Esta acción judicial marca el fin de la carrera política de Manfred Reyes Villa y de la oposición política. Reyes Villa podía convertirse en el líder de la oposición, pero al tener una judicialización de la política sobre sus espaldas y además un proceso de descalificación, es imposible.
Llaman la atención los 1,2 millones de electores que votaron en las elecciones generales del 6 de diciembre por Manfred Reyes Villa, quien permanece en un extraño silencio. Da la impresión de que el ex candidato presidencial por el Plan Progreso para Bolivia está realmente solo, aunque tiene uno o dos voceros.
Si bien esto es una victoria del MAS, creo que en las elecciones de gobernadores y alcaldes del 4 de abril la oposición política debe renovar liderazgos porque ya se acabó la carrera política de referentes como el ex prefecto de La Paz José Luis Paredes, el ex prefecto de Pando Leopoldo Fernández y ahora Reyes Villa. Incluso la bancada del Plan Progreso está muy fragmentada y seguramente se resquebrajará un poco más porque no tiene un liderazgo visible.
En el caso de Reyes Villa hubo una judicialización de la política. Fue evidente la descalificación a los líderes de la oposición, sobre todo a aquellos partidos políticos y representantes de la vieja democracia. En muchos casos se los sacó del horizonte con fines políticos. Me da la impresión de que esto no terminará con Reyes Villa, sino podría continuar con los líderes regionales como los prefectos, ex presidentes y otros actores. Es evidente que la justicia se ha subordinado a los intereses políticos y eso es peligroso para la construcción de un nuevo Estado como pretende este Gobierno.
Carlos Cordero / Politólogo
Llaman la atención los 1,2 millones de electores que votaron en las elecciones generales del 6 de diciembre por Manfred Reyes Villa, quien permanece en un extraño silencio. Da la impresión de que el ex candidato presidencial por el Plan Progreso para Bolivia está realmente solo, aunque tiene uno o dos voceros.
Si bien esto es una victoria del MAS, creo que en las elecciones de gobernadores y alcaldes del 4 de abril la oposición política debe renovar liderazgos porque ya se acabó la carrera política de referentes como el ex prefecto de La Paz José Luis Paredes, el ex prefecto de Pando Leopoldo Fernández y ahora Reyes Villa. Incluso la bancada del Plan Progreso está muy fragmentada y seguramente se resquebrajará un poco más porque no tiene un liderazgo visible.
En el caso de Reyes Villa hubo una judicialización de la política. Fue evidente la descalificación a los líderes de la oposición, sobre todo a aquellos partidos políticos y representantes de la vieja democracia. En muchos casos se los sacó del horizonte con fines políticos. Me da la impresión de que esto no terminará con Reyes Villa, sino podría continuar con los líderes regionales como los prefectos, ex presidentes y otros actores. Es evidente que la justicia se ha subordinado a los intereses políticos y eso es peligroso para la construcción de un nuevo Estado como pretende este Gobierno.
Carlos Cordero / Politólogo
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